Ahora sí, Antonio, es que me había perdido en los meandros de los blogs. Un relato oscuro, perturbador, yo creo que es bueno para ser leído en cualquier momento del año, aunque una noche de otoño sea ideal. Un fuerte abrazo. HD
A muchos blogers les entristece ver que el contador de visitas deja constancia de la presencia de usuarios que se pasan por nuestros blogs, y no dicen "esta boca es mía". Hace tiempo, que me he acordado de ellos, y como me sentí, inspirado intenté dedicarles un texto o una poesía. Como el texto me salió soporífero, me concentré más en lo otro, y aquí tenéis el resultado. Como sabéis, soy un mal poeta. Si fuera bueno, este blog estaría repleto de mis poesías. ;) Al silencioso visitante ----------------------- A tí, silencioso visitante a quien el contador de visitas detecta el instante. A tí, que merodeas por la red pero eres libre como un pez no te gusta opinar. A ti, cuya opinión es valiosa te vas de forma silenciosa como el que come sin pagar. Desespera...
Memorias de un suicida ----------------------- Llevaba este documento en PDF, poco más de un año, guardado en el disco duro de mi pc, extraído junto a varios más, de una web espiritista. Esta semana, por fin me decidí a leerlo. Es un libro interesante, que relata lo que sucedió tras el suicidio del escritor portugués, nacido en pleno siglo XIX, "Camilo Botelho Branco". Al parecer, es una especie de biografía "post morten", transmitida por el espíritu del autor a la médium "Yvonne do Amoral Pereira". Por ese motivo, muchos dudarán de la veracidad de la historia. Pues no pocas personas, piensan que tras la muerte, no hay nada. Eso mismo pensaba el protagonista, Camilo. Pues cuando un médico le confirmó que su ceguera era inminente, no pudo resistir más, y se pegó un tiro en la cabeza,...
Ahora sí, Antonio, es que me había perdido en los meandros de los blogs.
ResponderEliminarUn relato oscuro, perturbador, yo creo que es bueno para ser leído en cualquier momento del año, aunque una noche de otoño sea ideal.
Un fuerte abrazo.
HD
Gracias, Humberto.
ResponderEliminarUn cordial saludo.