Dudas publicitarias

   


     Llevo un tiempo dándole vueltas a la promoción de mis obras. Hasta hace poco barajé la posibilidad de anunciar la web con mis obras en una empresa que ofrece internet gratis en establecimientos, a cambio de que les permitan poner dos pantallas de televisión. En una de ellas ves un partido de fútbol (por ejemplo) y en la otra, publicidad. Se supone que cuando te aburres de ver el partido, vuelves la cara o te tomas un respiro, miras la otra pantalla. Y si te gusta lo que ves, existe la posibilidad de que compres lo que has visto anunciado. La idea me atraía, pese a que como buen "optimista" sabía que todo en la vida tiene sus ventajas e inconvenientes. 

      Ese tipo de anuncios lo vi en el bar donde suelo tomar el chocolate con churros. Tomé nota de la web, y al poco tiempo les mandé un email para que me aclararan las dudas. Pero a los pocos minutos recibí una respuesta que decía que la responsable (la llamaré "Rosa") se había tomado unos cuantos días de reposo. Debía consultar con su compañero, "José". (Otro nombre ficticio). José insistió en que llamara a un teléfono gratuíto o que le diera mi número y el me llamaría a mí. Insistí en que la consulta fuera por email. Temía que me contagiara su optimismo por teléfono, y que se le olvidara de responderme otras dudas. 

      Así fue. Me hizo un presupuesto para un mes con varios anuncios, pero yo quería probar quince días. Así se lo dije, pero no me respondió. Quise colaborar e hice una prueba en una especie de simulador de anuncio que tenían en la web. Pero encontré varios fallos, entre ellos, salía mal el control de más de un anuncio ¿Es que no era posible poner mi anuncio en un bar a horas distintas del otro? No podía ser. Me registré, y me encontré con varios problemas de registro, entre los cuales se me informaba de que mi número del carnet de identidad no era válido porque había otro usuario registrado con él.

      Me quejé por email, pero esta vez a Rosa, pues había pasado una semana e imaginé que ya había vuelto. Ella resolvió mi problema, y ¡Milagro! El tal José, se dignó "casualmente" a responder a la pregunta que le hice y no me respondió. Todo parecía indicar que Rosa era la que entendía el negocio. Le pregunté a José los métodos de pago y si admitía Paypal. Me respondió que por tarjeta pero creía que Paypal no. De todas formas le preguntaría a su compañera. Al poco tiempo me lo confirmó. Le pregunté si admitiría domiciliación bancaria de mi banco,
pero aún estoy aguardando su respuesta. En realidad ya no hace falta. Mi ilusión inicial se ha desvanecido. La torpeza con que resolvieron mi gestión me hizo pensar mejor y observar las posibilidades con más realismo. 

    Gracias a su descuido, desperdiciaron mi ilusión, que tanto les favorecía. Pensé y llegué a la conclusión de que lo que yo quería hacer, era perfectamente factible en Youtube o medio parecido. Ver un anuncio tuyo (y pagado por ti) es muy bonito, pero ¿Acaso es más importante la observación casual de un fatigado y tal vez bebido hincha futbolero, que a los pocos minutos olvidará lo que ha visto, que la de un usuario de Youtube que puede ver tu anuncio más de mil veces? Yo creo que no. 

      ¿Otras opciones? Empresas de publicidad o el Google Adwords

      De la primera opción me tengo que informar bien, pues temo que salga cara, además de que lo que hagan, es muy probable que yo lo haya hecho antes. Eso de repartir panfletos, ponerlos en los coches, en los buzones o pegarlos en las paredes, eso lo hice ya en mi ciudad, con resultados negativos, aunque admito que mis cartelitos no tenían la calidad que hubiese tenido los de una empresa publicitaria...y por supuesto, me saldrían más caros. Si opto por publicitarme fuera de Cádiz, los precios aumentarán más. Lo dejaré para más adelante.

      En cuanto al Google Adwords lo tengo un poco aborrecido, pues en 2.012 me mandaron una oferta por correo para poner un anuncio gratuito. Es decir, gratuito, siempre y cuando no me pasara con el tiempo ni los requisitos. A pesar de mis precauciones tuve que pagar, creo, que algo más de cinco euros. Algo hice mal, o no me leí bien esa sopa de letras que te ponen en pantalla, antes de embarcarte en un proyecto online. A eso había que añadir que mis blogs no estaban preparados para recibir visitas. Eran un desastre. Pero poco pude hacer, pues las webs gratuitas de 2.012 dejaban mucho que desear y no encontré ninguna que me gustara.

      Tal vez sea el momento de darle una segunda oportunidad a Google Adwords. Después de todo, las visitas llegaron y no fueron pocas. Mucha culpa la tuve yo, por no tener las cosas en orden. Cuando todo esté preparado, veremos si el Adwords es merecedor de la nueva oportunidad que le voy a dar. 





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