Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2015

¿Intimidad en Facebook?

Imagen
                                        ¡Ay, Facebook! ¡Dichoso Facebook! ¡Qué sobrevalorado estás! La gente lo usa con orgullo como muro para divulgar sus ideas y las de otros usuarios que les gustan. Algunos lo tienen con acceso restringido para que los "intrusos" o "indeseables" no puedan acceder.        A mi edad pocas cosas me pueden ya asombrar. De vez en cuando, en la web encuentro imágenes muy crudas que me hacen estremecer, pero en lo que se refiere a la intimidad normal de una persona, no estoy interesado en ver diez centímetros de pecho que se le ven a la vecinita del barrio. El día que quiera ver porno, no os quepa duda de que lo sabré encontrar. Esas menudencias y otras parecidads, me traen sin cuidado. Si no quieres que te vean vestido con tu traje de comunión, simplemente, no pongas la foto, y mándala a quien te interese, pero olvídate de la privacidad en internet, porque eso no existe.       ¿Cuántos delincuentes han grabado sis "

Mi relación con los móviles

Imagen
Mi móvil, Galáctico    Por increíble que os parezca, los teléfonos móviles no me llaman mucho la atención. Admito que son imprescindibles, pero se rumorea que usan una frecuencia peligrosa para la salud. Lo llevo encima porque no tengo más remedio.    Debo añadir que el primer teléfono de ese tipo lo conocí muy temprano, allá por 1.982, cuando estaba haciendo el servicio militar. Imagino que sería Navidad, mientras disfrutaba del permiso. Estaba yo en la vieja mercería-droguería, ayudando a mis familiares. Entonces entró un viejo conocida al que llamábamos “El Gordo”. A este hombre le encantaba comprar cosas extravagantes. Ese día vino con una especie de walkie talkie, muy contento. Dijo que era un teléfono inalámbrico. Lo miramos con asombro. Me tomé la libertad de hacer una llamada. En cuanto noté que habían cogido el auricular, procedí a colgar.    La persona que tuvo el “honor” de ser llamada por mí por primera vez desde un móvil, era “Mari Carmen la Bruja”. Su seudónimo

La poesía no es lo mío

Imagen
Olvidé decíroslo, pero no soy lo que se dice un buen poeta. Lo siento, eso no es lo mío. Bueno, tengo alguna que otra cosilla por ahí, como esta que se me ocurrió en 1.997 para describirle a mi pequeños sobrinito, cómo era la chica que me gustaba en esa época. Rubita, chiquitita con carita de ranita ojitos de gatito boquita de piñón  y risita de tiburón ¿O es que para hacer poesía hay que estar enamorado? Si eso es así, mala cosa. En la actualidad no hay ninguna chica que me guste ¿Será la edad? Bueno, también hice una poesía más larga, que algún día pondré, dedicada a los visitantes de los blogs.  También podría ser que soy muy riguroso y la poesía es mucho más que unos versos que riman. Lo que me llama la atención son los haikus. He hecho algunos, pero desconozco si cumplen las normas establecidas. El caso es que la inspiración no cese. A eso  voy.

El nuevo blog

Imagen
      Hace tiempo que abrí un blog con intención de promocionar mis obras, pero como no tenía muy claro lo que iba a poner y lo que no, decidí dejar de usarlo hasta aclarar mis ideas. Sigo promocionándome en el Facebook, pero un exceso de promoción provocó que me borraran cuatro de mis cinco cuentas por spam. Con la que me quedaba y otra nueva que abrí, volví a promocionarme. Para evitar cometer errores pedí ayuda en los foros de Meristation, en los que llevo desde el año 2.003. Aunque su fuerte son los videojuegos, también hay foros para otros temas.        Pues bien, un viejo forero me mostró la dirección de un escritor que usaba el Facebook. Su forma de tomarse la promoción me interesó. Escribía, casi todos los días un artículo corto, comentando con brevedad su día a día, subiendo alguna que otra foto de su entorno, y de vez en cuando mencionaba su obra, evitando el spam masivo.        Estoy intentando aprender su estilo. Apenas llevo una semana y más o menos voy bien.

Gente encantadora pero poco habladora

Imagen
      Si naciste en una época en la que los niños éramos los culpables de todas las desgracias me entenderás mejor ¡Cuánto daño hicieron esos agresivos esos psicópatas docentes, tanto en el aspecto físico como en el moral! Nuestros padres, que tal vez recibieron una educación parecida, y fueron tan estúpidos de darla por buena, en vez de apoyarnos, con frecuencia les seguían el juego a esos rematados locos. Ante un entorno hostil, lo habitual es guardar silencio y medir las palabras a la hora de hablar con gente poco conocida.       Esos docentes tiranos, que con orgullo lucen sus diplomas y títulos en las paredes y se jactan en reuniones de habernos guiado en la senda de la vida, realmente nos condujeron a las puertas del infierno. El alumnado que no pudo resistir esa presión o porque sus progenitores recogieron el testigo dejado por el profesor cuando dejó de darles clase, son vistas con frecuencia como bichos raros y rechazadas por parte de la gente.       Si te encuentras c